Cuando te vi, fue como si miles y miles de mariposas chocaran y revolotearan en mi estómago, como si tropecientos de estrellas fugaces barrieran el cielo de noche, todas y cada una de esas estrellas de un color distinto, provocándole tal sonrisa, que cualquiera que le viera se la contagiaba, una sonrisa descomunal.
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